01
Evitar las áreas donde los insectos tienen sus nidos o donde más asiduamente acuden: cubos de basura, balsas con agua, comidas y dulces sin tapar y jardines en flor. Los mosquitos depositan habitualmente sus huevos en el agua, por lo que es importante no guardar dentro o en el exterior del domicilio recipientes que acumulen agua y, si los tenemos, vaciarlos dos veces por semana o cubrirlos con tela mosquitera o con arena.
02
No salir, en la medida de lo posible, entre el anochecer y el amanecer, ya que es el momento en el que los mosquitos pican habitualmente.
03
No utilizar colonias que desprendan olores dulces ni jabones con perfumes o aerosoles para el pelo, ya que atraen a los insectos.
04
Mantener una correcta higiene corporal, porque también la sudoración y los olores fuertes, como el de los pies, le invitan a picar.
05
Usar ropa que cubra la piel: manga larga, pantalones largos y calcetines, así como evitar los colores oscuros y brillantes, que atraen a los mosquitos.
06
Sacudir la ropa antes de usarla si la hemos tendido en el exterior.
07
Dejar la luz apagada si tenemos la ventana abierta, ya que los mosquitos acuden a la luz.
08
Emplear mosquiteras para la cama o cuna fijándolas bajo el colchón y asegurándonos de que no estén rotas, porque constituyen una barrera física de alta eficacia contra los insectos que atacan por la noche. El aire acondicionado también impide su aparición.
09
Al usar los repelentes de mosquitos hay que seguir estrictamente las recomendaciones sobre el modo de aplicación y la frecuencia de empleo.
10
Especialmente en verano, cuando debemos aplicarnos tanto un repelente como un fotoprotector, extenderemos en primer lugar el fotoprotector, y tras esperar una media hora para que la piel lo absorba, aplicaremos el repelente de mosquitos.
11
Consultar al farmacéutico para asesorarte acerca del tratamiento más adecuado para cada persona. Además, para ciertos destinos, es recomendable acudir a un centro especializado en medicina del viajero o consultar con un médico antes de partir.